Todas las historias merecen ser contadas
La sesión de fotos de pareja, comúnmente conocida como preboda, ha cogido cada vez más fuerza según avanzan los años entre todas las parejas que se casan.
La respuesta es sencilla: sirve para conocernos, para que os acostumbréis a la cámara y para que os relajéis de cara a vuestra boda. Serán un ratito en vuestro rincón favorito y vestidos como a vosotros os gusta: con cazadora de cuero, zapatillas o sombrero. Siendo al cien por cien vosotros mismos. Descubriréis cómo trabajo, crearemos un vínculo muy bonito y podréis disfrutar de un rato juntos.
Aunque muchas veces pueda pareceros que la preboda no es necesaria y que con las fotos del día de la boda tenéis suficiente, la verdad que estas sesiones de pareja pueden ser un factor clave para que en vuestra boda estéis más relajados que nunca y te cuento por qué.
No os engaño si os digo que el 95% de las parejas que se ponen en contacto conmigo me dicen que no son fotogénicos, que no les gusta posar y que salen fatal en las fotos. Que no cunda el pánico, no os voy a hacer sufrir. La preboda es una sesión de pareja que tiene como objetivo principal que perdáis el miedo a la cámara y que lleguéis al día de la boda sin ese pánico inicial a ser retratados. Recibiréis antes de la boda las fotos y podréis comprobar que no era para tanto, palabrita.
Esta es mi parte favorita de las prebodas: compartir un ratito con vosotros y conocernos antes del día B. Si os paráis a pensar, llegar a un día tan importante sin haber intercambiado más de un par de mails con vuestro fotógrafo de boda puede llegar a ser un poco incómodo. Estáis en casa, con vuestra familia más directa y los nervios a flor de piel y llega alguien a haceros fotos sin parar durante más de ocho horas seguidas. Pues bien, con la preboda pasaremos un rato juntos, nos pondremos al día y llegaré a vuestra boda sin ser una completa desconocida.
Al final, ¿quién de nosotros puede presumir de tener fotos de pareja más allá de un selfie? La preboda es una ocasión especial para celebrar todo lo que está por venir de una manera desenfadada y que podáis usar esas fotos para vuestras invitaciones de boda o para completar las secciones de vuestra página web de bodas.
Yo puedo aconsejaros lugares especiales donde podemos hacer vuestra sesión de fotos de pareja, pero me gusta haceros pensar en un lugar que sea especial para vosotros. Podemos hacer la preboda al aire libre, viajar a algún destino que haya sido importante en vuestra historia o incluso en vuestra propia casa. Cada vez hay más parejas que se casan fuera de sus lugares de nacimiento que deciden volver a casa para su reportaje de preboda. ¡Soy toda oídos!
Como con todo: cuando más os apetezca. Si os casáis en verano igual preferís hacerla en otoño o en invierno y aprovechar si nieva. Si os casáis en otoño o invierno, al revés. Si estáis más justos de tiempo o vivís fuera podemos hacerla la misma semana de la boda. En cuanto al horario me declaro fan de los amaneceres y los atardeceres. En ese momento el sol no os ciega y la luz es mucho más bonita.
Lo más importante es que no os disfracéis. Pensad que son unas fotos en pareja para que disfrutéis y estéis cómodos. Aunque recibiréis una guía con consejos útiles para vestiros en vuestra sesión de pareja, siempre suelo recomendaros que escapéis un poco de estampados, logos grandes o colores fuertes que os puedan quitar protagonismo. Podéis optar por prendas cómodas y colores neutros: ocres, escala de grises o vaqueros siempre es un acierto seguro. Además, estaría genial que os olvidéis de todo lo que os estorbe -como bolsos y carteras- y que, sobre todo, llevéis calzado cómodo.
Recuerdos para toda la vida