Todas las historias merecen ser contadas
Desde pequeñas, mis padres llenaron nuestras estanterías de álbumes cargados de fotos que se llevaban a revelar y de cintas de vídeo en las que, tanto mi hermana como yo, aparecíamos cantando las canciones que nos enseñaban en el colegio. Baile incluido, imaginaos el show.
Así que yo creo que de ahí me viene ese afán por el poder de los recuerdos.
Si hay algo de lo que presumo, presumí y presumiré es de ser burgalesa aunque la vida me tenga secuestrada bajo un tejado de Madrid. Llevo el frío en la sangre e invoco a la nieve todos los días del año, de hecho una de mis frases favoritas es ‘hoy hay cielo de nevar’.
Como habréis podido descubrir ya, no sólo soy una persona que hace fotos el día de vuestra boda. Soy como vosotros: una chica con inquietudes que disfruta tomándose un vermut con los amigos los findes libres, leyendo libros cuando tiene tiempo y que se llena felizmente las manos de barro cuando hace cerámica. Y os lo cuento todo aquí debajo.
El primero lleva más de quince años a mi vera cada día y es el primero en saber todo lo que pasa en las bodas. Que sea a la vez mi mejor amigo, mi mejor socio y mi persona favorita en el mundo es una suerte. Y que nunca diga no a una noche de sushi, a una tarde de fútbol o a viajar a cualquier punto del planeta con nuestro perro, pues también.
Vermut llegó a nuestras vidas en enero de 2022 para levantarme del ordenador entre semana, enseñarme a compartir la comida y a sentirme querida teniendo a alguien que se alegra mucho cuando vuelvo a casa tras muchas horas de boda.
Un día sin música, es un día perdido y tengo comprobado que me concentro mucho más si trabajo escuchándola. Siempre creo una playlist al año para no escuchar siempre lo mismo donde puedes encontrar sorpresas increíbles.
Soy muy de Quique González, de Florence y de Viva Suecia o Arde Bogotá. Me sé todas las de Marea. No me olvido de La M.O.D.A., que son de casa y los he visto crecer desde el día uno.
Las bodas hacen que conozca ciudades en las que jamás creía que podría trabajar. Además nos encanta juntar un par de días para buscar y descubrir destinos a la velocidad del rayo, donde hacer fotos sin prisa que se conviertan en un futuro en nuestros mejores recuerdos.
Si tuviéramos que elegir un lugar para mudarnos: Fuerteventura, Roma y Oporto sin dudar.
Aquí reconozco que la adicción confesable la tengo yo. Me apasionan hasta el punto de crear carpetas en Pinterest con planos que me dejan con la boca abierta y guardar frases que pueda recuperar en un futuro para cualquier cosa.
This is us, Heartstopper, Cómo defender a un asesino, The bold type o Big little lies son mi ojito derecho. En pelis, Call me by your name, Mulán y Amelie siempre estarán en mis elegibles. De Titanic me sé todos los diálogos.
Cuando vivía sola en Madrid, y tras ser un desastre en el cuidado de los cactus, decidí comprarme una planta. Sobrevivió y comenzó a ser mi perdición ya que instalo una jungla allá donde piso.
Cuando acaba la temporada de bodas siempre me gusta ocupar mi tiempo con cosas que me den paz como hacer cerámica, la caligrafía a pluma, bordar, descubrir lugares nuevos, un buen vermut y visitar bodegas. Cuando se trata de descubrir planes favoritos no tengo fin.
Mi padre me ponía los partidos del Barça desde que tenía cinco años y mi abuelo me regalaba siempre pósters del Athletic.
Un par de años después de conocer a Jona y tras haber jugado él en las categorías inferiores del Burgos, nos hicimos socios y decidimos que nuestros domingos serían de pipas y fútbol modesto. Somos felices con un par de calimochos en las previas de los partidos de casa y planificando fines de semana con amigos en ciudades donde el fútbol sólo sea una excusa.
Siempre me ha gustado descubrir todas las disciplinas que se cruzan por mi vida. La encuadernación, el lettering, la ilustración, el bordado o la cerámica han sido alguno de mis retos en estos últimos años.
Todo ello me inspira a no dejar nunca de crear y a dar todo de mí a cada persona que cuenta conmigo, tanto a nivel personal como profesional.
Así que aquí y ahora te prometo que voy a implicarme al máximo con tu historia o tu proyecto, creando la mejor atmósfera de confianza posible y siempre, todo, con mucho mimo.