La boda en el Granero de San Francisco de Jana y Álex

El día que vi por primera vez esta finca deseé con todas mis fuerzas ser fotógrafa en una boda en El Granero de San Francisco. ¡Y lo conseguí! Su boda comenzó en Vitoria una de las tardes de julio más calurosas del verano. Nos vimos por primera vez en el hotel NH Canciller Ayala para sus preparativos, a pocos minutos del Monasterio de la Visitación de Santa María o Monasterio de las Salesas, donde tuvo lugar su ceremonia religiosa.

Lander Urquijo fue el sastre encarado de diseñar el chaqué que llevó Álex en su boda, quien estuvo acompañado en sus preparativos por sus padres y sus mejores amigos para mitigar los nervios previos a la ceremonia. Además, su chaleco verde de cuadros fue uno de los grandes triunfadores de la tarde y no era para menos.

Mientras tanto, Jana empezaba sus preparativos en una habitación cercana. Oiana Antón fue la encargada de su maquillaje y MAC Estilistas los encargados de dar forma a la melena suelta que eligió para este día. Llevó un vestido de novia de Cotonnus con preciosas hombreras y mangas de tul, unos zapatos de Flor de Asoka, un ramo de pampas y un tocado en forma de diadema de Goya Floristas, ideal para la celebración de su boda en el Granero de San Francisco, otra de las fincas del Monasterio del Espino.

El Granero de San Francisco, un granero americano en Burgos

Una vez terminada la ceremonia pusimos rumbo a El Granero de San Francisco. Santa Gadea del Cid es el lugar donde se encuentra este granero de madera americano, rodeado de unos campos de lavanda que nada tienen que envidiar a los conocidos campos de lavanda de Brihuega.

Es un lugar que deja sin palabras tanto por fuera como por dentro. Y es que si buscas fincas de boda en Burgos es sin duda una de las más especiales, tanto por su entorno como por el equipo de profesionales del Monasterio del Espino, capitaneados por Koldo, Juan y Dani que lo hacen aun más apetecible.

El cóctel de Jana y Álex en la finca El Granero de San Francisco fue al aire libre y al atardecer, en la ladera lateral, amenizado por la música rock en directo del grupo Espíritus del Sol. Bailaron, rieron y disfrutaron de un aperitivo por parte del catering del Monasterio del Espino que dio paso a una cena llena de flores y velas en el interior del granero decorado por el equipo de Goya Floristas.

Como el calor apretaba aun de noche, la cena fue dando paso a una barra libre que puso a todo el mundo en pie gracias a la elección musical de Endika, el dj de Exel Eventos, y un candy bar increíble a cargo de la wedding planner Beatriz Mendiola.

Y allí les dejé, no sin antes hacer una última foto de este lugar tan especial, este Granero de San Francisco alumbrado únicamente por un paraguas de bombillas que dejaban en completa sombra el color lila de sus campos de lavanda.

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