La boda en el Hotel Landa y la Catedral de Burgos de Lau y Guille

Celebrar una boda en el Hotel Landa de Burgos se ha convertido en uno de los planes favoritos de muchas de las parejas que tienen un vínculo especial con la ciudad y con el gusto. Como muchos fotógrafos de bodas en Burgos, trabajar aquí es un placer visual, puesto que este hotel con más de sesenta años de historia es el lugar ideal para los amantes de la arquitectura y las plantas. Por suerte no era la primera vez que estaba allí, ya que pude visitarlo en otras ocasiones como en la boda de Ángela y Alberto unos años atrás.

Tiene una piscina interior abovedada llena de ficus, monsteras y una escalera de caracol y piedra que quita el hipo. En la torre encontrarás sus habitaciones y en su jardín trasero podrás celebrar una boda al aire libre entre sauces llorones. Casarte en Burgos y hacer tu boda en el Landa puede ser un plan infalible.

Una boda en el Landa, el hotel en Burgos con la piscina más bonita

Antes de empezar su boda en el Hotel Landa, Lau y Guille citaron a todos sus invitados en la Plaza de Santa María, a los pies de la Catedral de Burgos. Su puerta principal estaba resguardada por dos columnas de flores verdes y blancas a cargo de Flores Palmero, quien también se encargaba de la decoración del Landa. Este sábado de noviembre sacó todos los abrigos del armario mientras los invitados esperaban con ganas algunos rayos de sol. Eso sí, el frío no hizo que las ganas de celebrar decayeran en ningún momento del día.

Para su boda por la iglesia en Burgos, Guille se hizo un chaqué clásico a medida en la sastrería City Hall, que combinó con un chaleco amarillo y una corbata con motivos azules y blancos. Mientras, Lau triunfó con su vestido de Sophie et Voilà de corte midi, que dió la vuelta a Instagram saliendo incluso en Antena 3. Y es que, junto con su moño bajo, sus Jimmy Choo y un abrigo del mismo corte que el vestido completó un total look de diez.

Los más valientes comenzaron el cóctel en los jardines del Hotel Landa, mientras que los más frioleros disfrutaban del calor de su piscina cubierta, donde más tarde tendría lugar su reportaje de boda. Del cóctel pasamos al salón al ritmo del Gimme! Gimme! Gimme! de Abba que puso a todo el mundo en pie agitando sin parar sus servilletas al aire. Los ramos y los regalos sorpresa dieron paso al broche final al cargo del dj Quike AV que devolvió los temazos y bailes sin fin a la piscina para terminar una nueva boda en el Hotel Landa por todo lo alto, para variar.

Y allí les dejé disfrutando con sus familiares y amigos de uno de los días más felices de su vida.

error:
¡Hola, hola! Esta web utiliza cookies para que tu experiencia sea la mejor posible :)   
Privacidad