La boda en el Monasterio del Espino de Marta y Manu

Marta y Manu se casaron uno de los últimos viernes del verano y su boda en el Monasterio del Espino ha sido una de las bodas más bonitas, cañeras y especiales en las que he podido trabajar. El día de su boda ya nos conocíamos porque compartimos un par de cañas al atardecer durante su preboda en las Dunas de Corralejo, un desayuno esa misma semana y unas cuantas conversaciones de whatsapp los meses previos. Además el padre de Marta fue mi profesor de dibujo en el colegio, con lo que todo quedaba en familia.

No te engaño si te digo que su boda fue un auténtico fiestón donde la música en directo fue protagonista durante todo el día. En primer lugar, Gospel Times Choir se encargó de la música durante la ceremonia religiosa oficiada por el gran Pater Saldanha. Después de la misa los chicos de Pianobar nos amenizaron a base de unos cócteles y mucho swing que sacaron a todo el mundo a bailar. Ya al atardecer y con el estómago lleno nos esperaba un conciertazo a cargo de The Classic Band, quienes tras un montón de clásicos y temazos actuales dejaron paso al DJ Christopher Rod. Y es que la música en directo es siempre un triunfo asegurado.

Compartir una boda en el Monasterio del Espino con tus amigos

A la boda en el Monasterio del Espino de Marta y Manu la tenía muchas ganas porque iba a trabajar junto a dos de mis amigos y compañeros: Cultura de Flor y Antiwedding. Sabiendo que David se encargaba de las flores y María del vídeo, nada podía salir mal. Y es que trabajar con amigos hace que las cosas sean mucho más cómodas y fáciles, porque con solo una mirada es suficiente para entendernos y ayuda a que todo fluya sin problema.

Tanto ellos como el elenco musical con el que compartimos boda, me han robado el corazón por su buen hacer, sus ganas y su energía. El resto de proveedores de la boda fueron los encargados de confeccionar el look de Marta. En este caso se decidió por un vestido de From Lista With Love espectacular (como vas a ver ahora), unos zapatos de Flor de Asoka y un maquillaje a manos de Marta Gómez.

La buena energía que desprenden tanto Marta y Manu como sus invitados, junto con el magnífico equipo del Monasterio del Espino, hicieron que pudiéramos disfrutar de una boda de diez. Yo solo deseo que podamos disfrutar de muchas más así.

La canción con la que termino este post es la que están bailando Marta y Manu a hombros de sus invitados en las últimas fotos, así que quédate hasta el final y ¡a bailar!

error:
¡Hola, hola! Esta web utiliza cookies para que tu experiencia sea la mejor posible :)   
Privacidad